¿Eres del tipo de personas que dicen “Sí” a la vida o de las que dicen “No“?¿Cuantas cosas, vivencias, sensaciones, personas interesantes, oportunidades o enseñanzas te has perdido por miedo, vergüenza, o prejuicios?
“Dices que no a la vida, y por lo tanto no vives”; es una sentencia que aparece en la estupenda película de Jim Carrey: “Dí que sí“.
Te la recomiendo absolutamente; muestra a la perfección la actitud a adoptar para facilitar que lleguen a tu vida buenas cosas, buenas personas y buenas experiencias .
Estar bien no es una forma de estar, es una forma de ser.
Siempre existirán motivos para la queja, para sentirnos presionados o agredidos. Pero también existirán razones para agradecer, disfrutar y aprovechar lo bueno de nuestra vida. Son elecciones que hay que ejercer. ¿Cual será la tuya?
Después de mi segundo divorcio necesitaba conocer gente, recuperar antiguas aficiones y vivir experiencias nuevas. Durante meses, me propuse facilitarlo y me añadí a grupos como “Amigos del sushi”, “excursiones montañeras” y “clases gratuitas de patinaje en linea” entre otras muchas.
Mucho de ese “espíritu de descubridor” ya lo tenía y aún lo conservo. Cada semana probaba algo nuevo y conocía personas diferentes.
Conocí algunas personas que no me despertaron ningún interés; pero hubo muchas otras que compartieron conmigo vivencias y momentos de descubrimiento.
Con algunas de ellas compartimos diversión, desafíos y, también, placer, erotismo y hasta relaciones sentimentales. Con todas conservo recuerdos estupendos y una amistad sincera.
Consecuencia directa, y como premio a esa actitud y a esas experiencias, es la relación que surgió con la que ahora es mi actual pareja.
¿Y si he llegado a un punto en el que ya he cortado todas las vías de acceso hacia mí, tantas que es muy difícil que me lleguen propuestas que aceptar? ¡Pues provoca situaciones!
Cuida tu aspecto, sonríe sistemáticamente, saluda al entrar y salir de los sitios, apúntate a grupos de actividades, ayuda a otras personas, asiste a talleres, permite que otras personas se acerquen a ti, aparca los prejuicios.
Como dice Rosario en su canción “Yo quiero vivir” te invito a que, cuando dudes, te digas: “Yo quiero vivir todo, todo; no quiero perderme nada, nada”.